Sunday, June 5, 2011

Asunto del corazón

Carla está enferma del corazón. Los primeros síntomas le aparecieron en un día de trabajo entre semana. Sintió un fuerte mareo y de pronto cayó desmayada. Volvió en sí a los pocos minutos, pálida pero serena y continúo trabajando hasta cumplir las ocho horas. Los más audaces pronosticaban un embarazo seguro.

Pasaron varios días y Carla se creyó recuperada hasta que volvió a desmayarse, sólo que esta vez hubo que llamar a la ambulancia. Estuvo interna en el hospital todo un día en observación y fue así como comenzó el via crucis para ella. Le pidieron toda una serie de exámenes médicos con diferentes especialistas, a los que no fue por falta de dinero. Cada uno de ellos le cobraba una fortuna por un chequeo y prefirió ir al centro médico de su pueblo a donde acuden todos quienes no tienen seguro médico o no tienen documentos. Fueron largas horas de espera hasta ser atendida. La cita era a las 9 de la mañana, llegaba puntual pero le examinaban a las 12, lo que significaba medio día perdido en el trabajo. Le sometieron a todo tipo de exámenes médicos, hasta que llegaron a la conclusión de que el mal de Carla estaba en su corazón.

Ella está joven, no llega a los 30 años de edad y teme por su vida. Le amarga la idea de dejar huérfana a su niña que apenas tiene 3 añitos. Piensa en la muerte como un hecho cercano y las depresiones le acechan todo el tiempo, especialmente porque le han advertido que si sigue faltando podría perder el trabajo. Algunas de sus compañeras le ayudan a cumplir con el trabajo asignado cada día y le cubren el puesto cuando ella se esconde en algún rincón a llorar su desgracia.

En los próximos días recibirá el diagnóstico del cardiólogo, quien le ha advertido que es muy probable que deba someterse a una operación, lo que significa un nuevo golpe a su maltrecho corazón por los altos precios que deberá pagar. La última opción que tiene es regresar a su país, dice, sin operación ni tratamiento, a morir en tierra conocida, donde por lo menos tendrá quien llore su ausencia.

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